1.3.12

ciencia y arte

El apoyo en disciplinas completamente ajenas al arte (entendido en su forma tradicional) ha recibido una acogida especialmente entusiasta en las últimas décadas. La expansión del campo de acción del artista ha provocado una prolija diversificación en cuanto a las piezas que hoy en día se producen. El uso de cultivos de bacterias para dibujos abstractos o de la mecatrónica orientada hacia la ecología son ejemplos de proyectos que actualmente no son del todo groundbreaking. Al menos desde mi punto de vista, la inclusión, a veces indiscriminada, de  disciplinas de corte científico en la producción artística contemporánea ha presentado un nuevo reto de discriminación entre el arte y la ciencia. En ocasiones pareciera que ciertos proyectos "artísticos" han perdido toda dirección o intenciones estéticas (ya sean de índole intelectual/conceptual o puramente formales) y que el uso secundario o de apoyo de procesos científico ha tomado las riendas del proyecto. Para no ir tan lejos, un ejemplo que justo en esta temporada podemos ir a visitar en el Carrillo Gil es Plantas Nómadas de Gilberto Esparza. Como su título indica, Gilberto se ha servido de más de diez instituciones patrocinadoras para la creación de una serie de biorobots que tiene como función traer una lámpara a cuestas mientras la máquina asiste la migración de la planta en busca de condiciones más favorables para su crecimiento. Dentro del sofisticado equipamiento de estos robots se pueden encontrar dispositivos que miden la composición química del agua y, creo, pero no estoy seguro, también poseen sistemas de purificación. A pesar de que, sin duda, la metáfora de una planta nómada es altamente atractiva también es innegable que existe un engolosinamiento en cuanto al uso de toda esta suerte de tecnología de punta (para los artistas, claro), pero el núcleo conceptual, en mi opinión no se ve beneficiado de ninguna manera por el despliegue tecnológico. Es más, diría que es un distractor. Esta urgencia de ubicuidad técnica en los artistas, termina haciendo al camino hacia la idea que quieren expresar un recorrido mucho más complicado, menos directo y que en ocasiones ni siquiera llega a su destino.


El punto que sinceramente a mí me interesa más, es tratar de discernir entre las dos naturalezas epistemológicas, si las hay, que tienen el arte y la ciencia. Pero eso lo haré otro día.

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